No imaginaba en que cantidad.

No podía imaginar en que grado se puede llegar a echar de menos a una persona, y sobretodo si es un buen amigo.

Tenía por seguro que me habías olvidado, que habías olvidado nuestra infancia juntos. Cuando jugábamos a los playmóvil, y te quedabas a dormir en mi casa y nunca te querías ir.

Creía que estaba viendo como se rompía nuestra gran amistad, de mejores amigos estábamos pasando a ser simples conocidos, que incluso algún día ni nos saludaríamos, sería una pena.

Cuando vi cuanto me echabas de menos, tanto como yo a ti. Enserio, me quedé pasmado, alucinado, sin palabras.

Noté como unas saladas lágrimas recorrían mis mejillas y como sonreía al ver que no me olvidaste, que seguíamos teniendo una amistad, pero que no la demostrábamos.

Me gustaría volver a recuperarlo de nuevo, para no perderlo nunca, aunque supongo que se quedarán en simples ilusiones que nunca se cumplirán.